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Capítulo 5 - El origen de la Cordillera Cantábrica

Actividad de lectura

La Cordillera Cantábrica, al igual que todas las montañas del Planeta surge como resultado del choque de varias placas tectónicas a lo largo de los últimos 350 millones de años. El primer choque se produjo cuando todas las masas continentales se unieron para forma Pangea. La cordillera resultante fue la consecuencia de una fuerte compresión (Orogenia Hercínica) que generó pliegues y fracturas que terminaron levantando las rocas que se estaban depositando en el fondo del mar y en las zonas emergidas. Esta cordillera tuvo dimensiones colosales y alturas comparables a los actuales Himalaya, pero la erosión posterior la desmanteló y la antigua cordillera quedó arrasada.

 

Con el paso de los millones de años los continentes se fueron separando y la placa ibérica, donde se sitúa parte de la Península Ibérica, viajaba como una isla que poco a poco se fue acercando hasta su posición actual. Hace unos 40-50 millones de años el empuje de la placa africana hacia el norte terminó por unirla a Europa y en la zona de colisión se formaron los Alpes, los Pirineos y la Cordillera Cantábrica volvió a levantarse para adquirir un aspecto similar al que observamos actualmente. Así la Cordillera Cantábrica es el resultado de dos Orogenias: la Hercínica o Varisca y la más reciente denominada Alpina por ser la responsable de la formación de los Alpes.

 

Las rocas que forman la Cordillera Cantábrica se han acumulado en los últimos 600 millones de años y se formaron en condiciones climáticas muy diferentes a las actuales, debido al continuo movimiento de la corteza terrestre, durante la Historia de la Tierra. En la Cantábrica existen rocas de tipos y edades muy distintas que nos permiten reconstruir el largo viaje que hemos recorrido desde posiciones cercanas al Polo Sur hasta las latitudes actuales. Cuarcitas, areniscas, pizarras, conglomerados, capas de carbón y calizas se acumularon durante ese periplo y, debido a las orogenias Varisca y Alpina, estos materiales fueron comprimidos, plegados y fracturados hasta formar las actuales montañas. Desde entonces las rocas más blandas se han ido erosionando por la acción de los ríos, glaciares y otros procesos, mientras que las rocas más resistentes se mantienen formando las zonas más elevadas de la Cordillera.

 

En el caso de los macizos de Picos de Europa y Peña Ubiña su característica distintiva es el estar fundamentalmente formados por roca caliza, sustrato que ha favorecido su individualización en el paisaje, mostrándose como imponentes castillos de roca. Esto es debido a que la caliza es una roca permeable que hace que el agua circule subterráneamente formando simas y cuevas en el interior del macizo calcáreo.

 

En Ubiña y en Picos de Europa las rocas más blandas del entorno se han ido erosionando y las calizas han “sobrevivido” resaltando en el paisaje. Así, en la periferia del Macizo de Ubiña y de los tres macizos que forman los Picos de Europa, se forman espectaculares pendientes de hasta 2000 m de desnivel. En estas vertiginosas laderas rocosas la acción de antiguos glaciares, y de los torrentes y aludes actuales, han ido excavando característicos valles estrechos y muy empinados conocidos como “canales”, lugares de acceso a las zonas altas de los macizos y de disfrute para los amantes de los grandes desniveles.

 

Las calizas que forman estos macizos se formaron durante el Carbonífero, hace unos 300 – 350 millones de años, y fueron depositadas en el fondo del mar cuando nos encontrábamos en latitudes tropicales. En esas condiciones, las cálidas aguas propiciaron la proliferación de organismos marinos como corales, crinoideos, esponjas, etc.

 

Durante unos 20 millones de años los restos de estos organismos, junto con la actividad de algas y bacterias, fueron generando la mayor acumulación de calizas de todo el Planeta de ese periodo, con unos 12.000 km2 de superficie y más de 1.500 m de espesor. Cuando las calizas se vieron sometidas al empuje y choque de continentes, estas capas se fueron fracturando y apilando, por lo que su espesor se multiplicó varias veces dando lugar a una ingente masa calcárea cuyos límites actuales aún no se conocen, ya que se pierde bajo el Mar Cantábrico.

 

Al mismo tiempo, una frondosa vegetación  de bosques tropicales cubría las zonas emergidas. Los restos de troncos, hojas y ramas fueron rápidamente cubiertos por otros sedimentos procedentes de la erosión de los relieves recién creados, evitando así su descomposición. Así se formaron las capas de carbón (de ahí el nombre del período Carbonífero), tan abundantes en varios sectores de la Cordillera y de gran interés socio-económico. Se calcula que para generar una capa de 1 m de carbón se necesitaron 10 m de espesor de árboles caídos.

Señala la respuesta correcta:

Pregunta

¿Qué dos grandes orogenias dieron lugar a la Cordillera Cantábrica?

Respuestas

Andina y Cantábrica.

Hercínica o Varisca y Alpina.

Cantábrica y Alpina.

Retroalimentación

Pregunta

¿Cuándo ocurrieron?

Respuestas

350 y 40-50 millones de años.

350 y 40-50 años.

350 y 40-50 mil años.

Retroalimentación

Pregunta

¿Qué tipo de materiales forman la Cordillera Cantábrica?

Respuestas

Madera, pumita, carbón y cuarzo.

Cuarcitas, areniscas, pizarras, conglomerados, capas de carbón y calizas.

Pizarra, conglomerado, basalto, granito.

Retroalimentación

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Lea el párrafo que aparece abajo y complete las palabras que faltan.

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